lunes, 27 de julio de 2009


Voy a volver a juntar las figuritas

pero esta vez no voy a cambiar el album por la pelota.

Quiero tener al menos un recuerdo palpable

de mis años mas felices

cuando todo era azul

cuando toda era incierto

el universo estaba a mis pies

la gente era tan buenayo la queria

era tan estupido y feliz.

Voy a cantarte una cancion de amor para dejarte en claro que

soy como el aire que sale de las tempestades

imposible de respirar

amarillo como el pis

como el agua con colorante

amarillo como el sol de jardin de infantes.

Voy a saltar como el pez en el mar

y hacer las cosas mal,muy mal, muy mal.

Dejar la puerta sin cerrar

irme del restaurante sin pagar

y darle un cheque en blanco a quien solo espere de mi una sonrisa

un beso una flor

el mundo más perfecto que existe

adentro del corazon solo te salva el viento!

Voy a cantarte una cancion de amor para dejarte en claro que

soy como el aire que sale de las tempestades imposible de respirar

amarillo como el pis

como el agua con colorante

amarillo como el sol de jardin d infantes

amarillo como el pis como el agua con colorante

amarillo como el sol de jardin d infantes.
Canción de Juanito Cantor. (Gracias Pato por hacermelo escuchar).
y resultò que el boulevard estaba realmente cerca del centro, pero yo sospecho que no fue siempre así, que con el paso de los años se fue corriendo de a poquito hasta quedar a tan sòlo unas cuadras. y el puente, ese sí, sigue en el mismo lugar, incluso los perros exhiben el color negro de siempre y el vecino aviador camina como sobrevolando las veredas. hubo sol tambièn, y mùsicas.
por las noches seguiràn entrando los caballos y quizàs suba el calor distorsionando las paredes. luz en el baño y en el comedor, gente que sale y entra, tres puertas, el café más rico del mundo. volver volver. RIO IV. la gente màs càlida, los amigos.

sábado, 18 de julio de 2009

home sweet home


casa. ernesto es el payaso blanco del circo La flor.

y el otro Ernesto que no es payaso y oye desde su plato de zallitos y huevos revueltos piensa "cuànto tiempo ha pasado".

pero casa. y un colchòn que se hunde confortablemente.

el mejor colchòn del mundo. la cama pequeña, el sol, los gatos inquilinos.

las calles amplias y unas pinturas que se van completando de a poco.

casa. "ella olìa como los àrboles". faulkner.

el sonido y la furia y ernesto que huele como las tempestades.

casa casa.Y viaje.

c a s a

y que alguien deje el agua caliente en la pava para hacer màs ràpido el mate cocido.

jueves, 2 de julio de 2009

Más agua


Era un barquero fanático. Siempre cerca del agua, siempre sobre el agua, siempre en el agua. Abelardo tenía la espalda llena de pecas. La piel como de bronce pero los costados blancos, siempre se olvidaba los costados a la sombra.
Su mujer lo reclamaba desde la puerta de la casilla, le cocinaba estofados y le ofrecía cerveza, el hombre chapoteaba, siempre en el agua, inapetente. La cabeza era casi lo único que mantenía al ras. Pocas veces salía, le costaba horrores dormir sobre su cama fija. Teresa, la mujer triangular, se apresuraba a secarlo, miraba con espanto las últimas gotas que caían de su pelo. Con el paso de los años Abelardo frecuentaba cada vez menos tierra firme y Teresa ya ni se molestaba en salir a buscarlo. Sin embargo ella era una mujer fiel y continuaba atada a la casilla. Abelardo sentía por las noches el regodeo de la serpiente oscura del río, como una línea de tinta lo arrullaba y le hacía tener sueños extraños. Al mismo tiempo lo excitaba y lo dejaba tranquilo. Pero Teresa estaba allí, destruyendo las nervaduras de las hojas, hilando una bufanda estéril para ese clima cálido, inmensamente igual. Eso debía acabar.
Abelardo le hizo una propuesta: él podría simplemente ahogarse. Teresa lloriqueó pero terminó aceptando. La despedida fue breve pero sincera.
El hombre en el agua, en el espesor del agua, su boca gris de sapo viejo cubierta de agua.