viernes, 30 de octubre de 2009

Rosario

en Islas vivía Doña Hortensia, una chilena que vino y se enamoró del paisaje, del Paraná y de Don Eustaquio. Hacía dulces de margandlia y la gente hacía cola para comprárselo. Cada frasco de dulce era liviano aunque la margandlia fuera espesa y oscura. Hortensia les sonreía con media cara y antes de desprenderse del dulce repetía el mismo ademán de reparo, se tocaba el delantal con las yemas de los dedos y pronunciaba una frase bajita, casi como un murmullo.

hermoso hermoso Rosario. la escuelita. el Paranà. ahora sì, amanece y está con los ojos abiertos.

domingo, 25 de octubre de 2009

66

con Irene pensábamos, hoy cuando volvíamos caminando por Parque Saavedra.. qué bueno que durante la noche habitara el parque una fauna pequeña.. monitos sobre las palmeras, topos, liebres y armadillos. Y las copas de los árboles se iluminaban con el verde artificial de los faroles.
que durante la noche fueran apareciendo como si respondieran a un llamado sutil. pensamos que era preferible una fauna de animales pequeños porque los grandes traerían incovenientes: si al caminar tranquilamente por la avenida 66 uno se encuentra con una cacería zebra/león...o un elefante se baña en el lago del bosque...
los sapos y los murciélagos nos desdeñaron, los olvidábamos como si su presencia conocida nos dejara indiferentes.
Irene recordó los conejos que había visto en el sur, sus sombras proyectadas sobre la carpa.después seguimos caminando en silencio. Creo que nos espiaba el primer monito.

jueves, 22 de octubre de 2009

casa de inquilinos

Irene se afirma sobre la puerta con todo el peso de su cuerpo, la sostiene y la levanta unos centímetros para evitar el mínimo ruido. Antes de pasar a la sala asoma la cabeza y mira, luego, sin soltar el borde de madera, pasa el resto del cuerpo y cierra cuidadosamente.
Hemos tomado tantas precauciones.
Yo lavo los platos casi en seco y recién los enjuago al final, cada movimiento es preciso. El agua y la espuma se agotan en la medida justa. Coloco los cubiertos uno por uno en la escurridera y seco las ollas con cuidado de que no se me caigan.
Cada una tiene su manera y nos hemos ido acostumbrando.
Adela, por ejemplo, se desliza sin levantar los pies y nos habla casi en susurros.
La abuela piensa que somos inquilinas y nos atormenta con tangos de los ’30. Los vocifera mientras pela rabanitos o teje “echarpes” que no nos sirven ahora que es verano. Le decimos simplemente “Doña Esther” y ella asiente con gesto de reina y nos pregunta cuándo le pagaremos. De nada sirven los mimos ni los regalos, las fotos familiares o la presencia de los primos más chicos. Esther regentea la casa y se queda mirando horas frente a la ventana de cristal amarillo. Desde lejos oigo que vuelve montada en su caballito gris, envuelta en una manta roja que le ha tejido la vecina. Vuelve atemorizada por los perros y me confiesa que ha robado unas zanahorias muy tiernas y se las ha comido como un conejo. Me lo cuenta y se ríe antes de desaparecer. Reconocemos a la abuela durante esos raptos y le convidamos dulce de durazno –que ha hecho Adela hace unos días, y ha demorado tanto para evitar el más mínimo ruido-. Después retorna la reina y nos apremia para que limpiemos y guardemos el orden. Y nosotras jugamos al silencio como cuando éramos chicas y pensábamos que existía un gigante de oído finísimo que nos comería si hacíamos barullo a la hora de la siesta.

jueves, 15 de octubre de 2009

Entre Ríos

Para Car, Pili y Rochi

Si en media hora sale un globo amarillo con dos perros surrealistas y un loro, también es posible que el pájaro se materialice y juegue a las correspondencias, o que la gente nos salude por la calle como si fuéramos marineros; también son posibles las flores y los sótanos con olor a queso, los barquitos con nombre, las inundaciones.
Si en media hora sale un globo amarillo, que me lleve y me devuelva tarde, que me lance por ahí a la orilla de un fuego o de una ventana, en la mitad del día o en algún mercado, y mejor si nadie me conoce y puedo jugar a cambiarme de nombre, ser Anastasia o Ema, trepar a los árboles, quedarme junto al río y mejor, que no me devuelva.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Siguen los ríos


Antes el río ordenaba el tiempo...el río y Simona. Su forma de dirigirse hacia el agua para lavar la ropa, sus horas de baño y de lectura; también la piedra gris como un reloj cóncavo y espeso. Si el río cubría casi toda la piedra, era verano sobre el pueblo. La piedra recibía su tormenta particular y soportaba el rayo minúsculo de la luz de luna. Llegaban los sapos y Simona se apostaba esperando a los duendes o a las ánimas.
En invierno el río se retrotraía y dejaba la piedra desnuda. A veces Pedro se acostaba sobre la piedra para escuchar su rumor. Sin embargo un día el río dejó de venir y a pesar del verano y de Simona lo vimos alejarse plagado de culebritas. Les echamos la culpa "Ellas se han llevado el río". Las viejas decían que las culebritas eran ambiciosas. Ese año suspendimos la fiesta de la mazamorra, que siempre habíamos hecho a sus orrillas, y nos juntamos en la casa de Daniel para contarnos la fiesta pasada. Pero el río no volvió y era una vergüenza ver a la piedra tan desnuda. Le adivinábamos su fondo de barro y arena. Comenzamos a sospechar de la piedra, no sería más que un caparazón de granito:adentro, puro tembladeral.
El reloj se descompaginó, sin la piedra y sin el río tampoco llegaba Simona. Ya nada nos anunciaba el paso de la mañana a la tarde porque ella se había recluido en su casa y la veíamos a veces, muy de vez en cuando, como si anduviera dormida.

Sobre la huella del río han quedado los pasos de las ánimas,nosotros casi evitamos su camino, aunque vuelva el río, ya no lo queremos.

lunes, 5 de octubre de 2009

saberse

Mientras cargábamos el barco nos mirábamos con tristeza. sabiendo. y era como si ya estuviéramos una en cada punta, y el río nos atravezara. por eso hablábamos tan poco y éramos tan cuidadosas. Cargábamos las frutas despacio, sosteníamos delicadamente la bolsa con el pescado fresco y antes de depositar el pan lo sopesábamos como si fuera un niño. Antes de irnos nos besamos en la mejilla.
el barquito parecía de papel y brillaba bajo la luz del mediodía.

domingo, 4 de octubre de 2009

Relato de Silvina


Equivocaciones de un colibrí...

sábado, 3 de octubre de 2009

go

N.U. (...) ¿Es un viaje escribir?
S.O. -Muchos viajes, no uno sino muchos.Los viajes más lindos, porque viajar está lleno de valijas, documentos, fechas, despedidas y todo eso tan molesto que no está en escribir. Yo nunca supe hacer valijas.

( Del libro "Encuentros con Silvina Ocampo" de Noemí Ulla)

viernes, 2 de octubre de 2009

Guitarras del Mundo

(Gracias Veroniks)

http://weblogs.clarin.com/guitarras-del-mundo/archives/cronograma/

JUEVES 8 de OCTUBRE de 2009:

LA PLATA (Provincia de Buenos Aires):
Teatro Argentino, Sala Piazzolla
21:00 hs.
Sebastian Alberto Giamberardino
(Ganador del Concurso "Pre Festival Guitarras del Mundo, sede La Plata")
Jorge Pappadopoulos
Cuarteto Pulsión
Alberto D'Alessandro
Elías Esper


DOMINGO 18 de OCTUBRE de 2009:


LA PLATA (Provincia de Buenos Aires):
Teatro Argentino, Sala Piazzolla
19:00 Entrada libre.
CIERRE GENERAL