lunes, 31 de mayo de 2010

Séraphine de Senlis





-Seraphine, estás rodeada de hormigas.Te están comiendo los pies. No te lastiman?
-Me hacen cosquillas. Piensan que son flores, son tontas las hormigas.
-Seraphine, cuántos escarabajos hay detrás de los ciruelos? Desde acá se siente el olor a fruta madura.
-Están ahí naciendo o durmiendo la siesta, los caracoles y las luciérnagas, las vaquitas, el bicho palo, el dragón de Senlis, las hormigas voladoras y las langostas.
-Te preparo un té de cenizas?
-…
-Seraphine, no te duermas, Seraphine, te tapo con la sombra de las hojas?

martes, 25 de mayo de 2010

Bicentenario+un día



disfraz de dama antigua+ un fragmento de la versión que Leónidas Lamborghini hace del Himno nacional.

lo mortal
lo que se oye.
—oíd: el ruido de lo roto en el trono de la identidad
en
lo dignísimo.
—oímos
respondemos: el ruido de lo sagrado de lo unido en
lo dignísimo de
la identidad que se rompe.
oímos lo abierto a lo mortal, la salud rota en
lo mortal: el grito.
oíd lo roto. lo mortal en libertad. la libertad de lo mortal.
oíd: la libertad de lo roto. el grito.
el trono. el ruido de lo mortal en el trono de lo sagrado
del trono de la identidad.
el ruido de lo roto: la identidad. el trono.
—respondemos: oímos en el ruido el ruido. oímos en el ruido el
ruido. lo sagrado roto o
lo que se une. la identidad en el trono de lo dignísimo o
lo que se rompe en lo unido que se rompe y
abre.
las cadenas rotas de la identidad que se rompe y une. oímos
en lo mortal lo mortal que oímos. lo que se abre a lo mortal:
el grito.
—oíd lo que se oye
oíd lo que se oye.
—oímos el grito de lo mortal de
lo roto de las cadenas. oímos el ruido de lo mortal
en el trono. oímos en el ruido el ruido de lo roto de
las cadenas. de la identidad unida que se rompe y
une: —respondemos
respondemos.
-oíd lo que se oye: en el camino su oíd la salud rota
en el trono. en sus cadenas.
las cadenas de la libertad de lo mortal en el trono
en lo que está coronado o de gloria que se rompe o
une.
-oímos en el ruido el ruido. oímos en lo roto lo
roto coronado que
se rompe.
—oíd lo que se oye.
—oíd lo que se oye.
—oímos lo que se abre: respondemos. lo que está abierto
en el ruido. respondemos respondemos.
oímos en el ruido el ruido. el grito. el trono
de la identidad que se abre a lo mortal. el ruido de
lo mortal. el ruido en
libertad de las cadenas. el trono en la gloria de lo
dignísimo de la identidad de
lo sagrado de la identidad coronado o
que se rompe. o que se abre
en el camino su de. y se rompe o une y se une y rompe.
respondemos respondemos.
—oíd lo que se oye. oíd
lo que se oye.
-oímos la libertad de lo unido o su gloria o lo roto
que se rompe o une, el ruido de la identidad unida que
se abre rota. lo mortal.
oímos en el ruido el grito. el trono en la gloria de
la identidad unida o en lo mortal abierto a
lo que se rompe. el grito
de la identidad en el trono
de lo unido en su gloria o
que se rompe y une en el grito.
en lo dignísimo de la identidad o
lo roto que
—oíd lo que se oye.
—oíd lo que se oye.
—oímos en el ruido el ruido. oímos
en el ruido el ruido. oímos. respondemos.

lunes, 24 de mayo de 2010

FELIZ CUMPLE PILI!



es lindo llegar a casa y que se vea un rectángulo de luz. que la pava tenga agua caliente y una voz salga de la cueva.
te quiero amiga.

jueves, 20 de mayo de 2010


Sabía que no podría quedarse en esa ciudad. Las certidumbres son extrañas, a veces uno las tiene latentes en el cuerpo pero las aplaza, hasta que un buen día, a partir de un mínimo suceso, se desatan. Cuando pensaba en la ciudad se acordaba de lo que le había contado Sonia, aquella historia de la mujer que se había quedado sin casa, después de irse a estudiar, porque los padres habían decidido vender y arreglarse en un departamento más chico. A ella le parecía innecesario, en ese momento, tener un lugar al cual regresar, porque no extrañaba a nada ni a nadie. Sin embargo, eso después cambió. Empezó a crecerle adentro la sensación del desplazado, de alguien que está pero no está o que no debería estar. Cómo caminar la ciudad o las ciudades, -porque uno camina siempre por todas las ciudades por las que alguna vez estuvo, las calles aparecen mezcladas, una desemboca en el mar a pesar de estar emplazada en el medio de la Argentina, se superponen los bulevares recorridos y leídos, los puentes, las plazas, las caras, los almacenes-, cómo ir sacándose de a poco la ciudad de encima, cuándo tomar la decisión de irse.
Tendría que escribir esta historia en futuro, decir: Daniela no se quedará en la ciudad. Abandonará las calles y las amplias avenidas (siempre que se dice “amplias avenidas” se dice también árboles, negocios, luces, gente), se mudará a otra nueva porque no puede regresar a ninguna en las que estuvo, en las que ya vivió. Después de terminar la taza de té de cenizas y alisarse las mangas del vestido gris, tomará algunas de sus cosas y se irá. Daniela se levantará una mañana y se irá, es lo mejor: no conocerá a nadie y en la nueva ciudad, Rosario? Río? Salsipuedes? Santa María? cambiará de nombre muchas veces para que nadie la reconozca. Dirá, si alguien le pregunta, que fue cantante pero que ya abandonó su carrera para dedicarse a coleccionar sapos. Dirá, si alguien le pregunta, que estudia la fisonomía de las tortugas y que en sus ratos libres cocina tortas de naranja, dirá, si alguien, un X, se interesa en ella, que es comerciante y terrible para la música.
Daniela sabrá juntar las cajas para la mudanza, cancelar las deudas, toda esa suma de gestos concluyentes, los adioses, las juntadas que sirven para clausurar una amistad y no para continuarla, los calmantes, la comida de los gatos, las cartas. Sabrá porque ha crecido dentro de ella, más exactamente adentro de sus pulmones, la certidumbre. Y se irá para que se le desenreden los ojos, como dice la canción, a una nueva ciudad blanca, preferiblemente con venados y muchos meses de calor.

lunes, 17 de mayo de 2010





Se sumó este pajarillo a la comunidad de seres, fue regalo de Cele, de su viaje al norte.. y hete aquí que no tiene nombre.. asi que por favor sugieran!

domingo, 16 de mayo de 2010

sábado, 15 de mayo de 2010

martes, 11 de mayo de 2010

Mujeres






El domingo pasado fue la presentación del libro-objeto "Mujeres", de Camila Zambaglione y Aldana Evangelista, en el galpón de la Grieta. Después de compartir algunas lecturas e imágenes salimos a la vereda para escribir Nombres de mujeres e ideas relacionadas con la mujer. Fuimos pegando las letras naranjas en un mapa que comenzó siendo bastante azaroso y terminó adquiriendo correspondencias inesperadas.

Después del parto Marosa abrió sus piernas. no antes, después. y salieron retahílas y cortezas verdes, enanitos y cazadores diminutos. Sherezade contó los mil y un nacimientos, la última en nacer fue una extraña dama, Eva, o Evita, como solían llamarla, y sintieron que estaba empezando de nuevo el mundo. "Escuchame cuando te hablo", le dijo al cazador de abrigos, y se desnudó ante la vista de los conejos y los ciervos.

sábado, 8 de mayo de 2010

situación.hay un caja

hay una caja de cartón.
es relativamente grande, de color madera, se nota que ha sido reforzada con cintas de embalaje. es una caja de encomiendas.
adentro hay ropa.
camisetas y bolsas con medias de toalla. algunas remeras de la temporada pasada y dos o tres toallones que por quedar en la vidriera se han desteñido.
afuera de la caja pasan cosas.
primero, dos personas hablan, una llora, la otra se sienta sobre la caja presionando suavemente su costado derecho, después una mano entra a la caja, saca lo primero que encuentra, que es una camiseta escote redondo, y la tira contra la pared.
en otro momento la caja está sola rodeada de humedad y el fluorescente descarga sobre ella una luz monótona.
seguramente antes alguien ha llenado la caja, la ha vaciado y la ha vuelto a llenar con cosas que no estaban originalmente allí, que habían estado previamente en otras encomiendas, o en los mostradores, o en las estanterías, pero que, como ahora todo ha terminado, deben guardarse allí.
hay, hubo, alrededor de la caja, un perro que dormía a un costado o que solía mearla. la olía y la meaba, durantes años. probablemente las camisetas y sobretodo los toallones hayan absorbido el líquido caliente y oloroso. quizás las medias de toalla se hayan salvado porque estaban envueltas en una bolsa de nylon. de todos modos, el pis es penetrante y corroe.
así es que la caja ha quedado debilitada, por lo menos de uno de sus costados.
hay alrededor también la idea de un incendio: dos mujeres fuman y se preguntan si alguna vez saldrán de ese puto lugar. se ríen y se quejan y sienten ganas de mandarlo todo a la mierda, de destruirlo todo. piensan por algunos minutos en quemar el negocio. sería fácil con la caja y los materiales inflamables. pero una se termina el pucho y ya ha entrado gente.
dos cucarachas planean un nido. la caja no les sirve. el olor a pis, que ha quedado desde hace años, las ahuyenta.
dos personas se van desnudando, antes de alcanzar la habitación donde se encuentra el único colchón, se caen en la caja. es apenas un instante pero el cuerpo de la mujer siente el raspón de las tiras de plástico que servían para sujetar la caja. sale un hilito de sangre. enseguida la caja deja de sentir la presión del cuerpo y recupera su forma original.
un mapache diminuto que no puede vivir sino en el agua, y que quizás sea un pez o un niño, queda encerrado en la caja, y muere ahogado entre las camisetas.
la caja se queda aunque ha empezado a descascararse el techo.

zzzzzzzzz


Están sobre mi cielo.
Veo muchos rostros y medios cuerpos. Algunos sonríen, otros hablan entre sí, otros están apenas dibujados, es una pena pero la chica del costado tiene mal la nariz.
están ahi, congestionando mi cielo.
Es de noche, no hay estrellas todavía, y no entiendo cómo se sostienen porque tampoco hay suelo. Los percibo de la mitad para arriba y cada vez son más, como si quisieran sacar la noche de cuajo.
sobre ellos deberán apoyarse los árboles, no entiendo cómo no se corren o se van hacia un bosque más hospitalario. Sobre ellos irán los árboles aunque se queden sin oxígeno.
Temo de todos modos que si se quedan, una vez que ya estén los árboles, no haya lugar para la oveja. Sería absurdo que sobrevolara entre tantos personas. Cada vez son más, oigo que respiran. Se van tragando a bocanadas mi noche.

dibujo de Emma L.

martes, 4 de mayo de 2010

Buitres-de Franz Kafka


Érase un buitre que me picoteaba los pies. Ya había desgarrado los zapatos y las medias y ahora me picoteaba los pies. Siempre tiraba un picotazo, volaba en círculos inquietos alrededor y luego proseguía la obra.
Pasó un señor, nos miró un rato y me preguntó por qué toleraba yo al buitre.

-Estoy indefenso -le dije- vino y empezó a picotearme, yo lo quise espantar y hasta pensé torcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes y quería saltarme a la cara. Preferí sacrificar los pies: ahora están casi hechos pedazos.

-No se deje atormentar -dijo el señor-, un tiro y el buitre se acabó.

-¿Le parece? -pregunté- ¿quiere encargarse del asunto?

-Encantado -dijo el señor- ; no tengo más que ir a casa a buscar el fusil, ¿Puede usted esperar media hora más?

- No sé -le respondí, y por un instante me quedé rígido de dolor; después añadí -: por favor, pruebe de todos modos.

-Bueno- dijo el señor- , voy a apurarme.

El buitre había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y había dejado errar la mirada entre el señor y yo. Ahora vi que había comprendido todo: voló un poco, retrocedió para lograr el ímpetu necesario y como un atleta que arroja la jabalina encajó el pico en mi boca, profundamente. Al caer de espaldas sentí como una liberación; que en mi sangre, que colmaba todas las profundidades y que inundaba todas las riberas, el buitre irreparablemente se ahogaba.