jueves, 30 de diciembre de 2010

nunca más ser uno con dos.
Cambiaron el sentido de las calles.La avenida Mitre va hacia el centro, la Pedernera vuelve.Es un efecto dominó de calles que se dan vuelta. Cambia el modo en el que percibimos la ciudad, aunque la gente se va acostumbrando y dobla cada vez con menos precaución. Todos hablan de los cambios y del calor. Hablamos también de los estados incomunicables, de la fiebre y de las manchas sobre la piel.
En la plaza San Martín nos reunimos. Se va a empezar a armar una cuerda de candombe y un coro de murga uruguaya, están el piano, el chico y el repique, los redoblantes, las caras conocidas y algunas nuevas, las artesanías, los paseantes. No puedo evitar oscilar entre el nosotros y el impersonal, hay un movimiento que me incluye y que me deja afuera, el paso del tiempo pero también la reiteración de las ganas, la música, los festivales de percusión, los proyectos culturales, "Mercedes a la calle" y nuevas maneras de responderle al sempiterno gobierno provincial y municipal.
Me sigue costando hablar con algunas personas pero ha disminuido, quizás, el nivel de angustia que eso me provocaba.
Como si el verano no bastara ayer vimos "La Ciénaga" y se nos pegó la siesta y la podredumbre, la falta de electricidad, la vulnerabilidad de los electrodomésticos y de las personas, los dientes que sobran. Y para terminar de reduplicar los efectos del calor, leo a Saer durante las siestas y duermo siempre un poco de más.
2011 ganas de viajar y de ver gente, de hacer muchas cosas a pesar de la incertidumbre.
Feliz comienzo de año amigos!

lunes, 20 de diciembre de 2010

TEA HOUSE







Gracias Pilareja por sacarle las fotos

domingo, 19 de diciembre de 2010

2010


¿Cómo se vuelve? Para Decur los recuerdos son cajones. Yo solía utilizar la metáfora de la “caja” a la que se vuelve al final del día, la que se comparte o no. Hay muchas formas de decir el pasado y una memoria falible e inventiva que desordena los hechos, los recorta y los pega, obsesiva o indiferente y que deja siempre un borde de vacío, un espacio en blanco. Se saben algunas cosas: la chica que se paró al lado de mi asiento, ayer mientras viajaba en colectivo, tenía un olor a cigarrillo viejo, fumado hace semanas y seco como una pared de vidrio.
En 50 10 y 11 hay una casa de té que concuerda aproximadamente con la imaginación de dos mujeres.
San Agustín habla de la memoria y hace temblar como pocos textos literarios últimamente. Habla de las bestias y de los pájaros. Se pone tan al descubierto como el corazón invisible sobre el sofá azul, que nadie ve.
Hay un volverse hacia la noche que se sabe porque se duerme. La certidumbre de que a veces sería mejor.
Un 2009-2010 que se vivió como un tirón y que empezó con mañanas que fueron una sola noche de hospital, hasta encontrar agua caliente en casa y una nueva forma de disponer los vasos, mirando hacia arriba, con el lago debajo. Y las intermitencias y la dificultad para el olvido. Los viajes, Dolly y Santiago. Borde. Las ventanas circulares de Tucumán, la “yungla” y los amigos. El sur. Siempre los amigos, los viejos y los nuevos, la constelación de casas en las que pedimos empanadas o nos quedamos dormidos. La pintura que hace que el jueves sea el mejor día de la semana, la conversación sobre los colores y las formas estructurales de una nube o de un cuello. Los cuentos japoneses y la Grieta. Las formas irracionales de un oído. Alguien que toca imaginariamente en mi brazo como si fuera un piano o un instrumento menor, que vive cantando. La forma extraña en la que amanece adentro de un pulmón y se va llenando de flora. Muchas maneras de ahogarse y siempre en una silla.
Tengo todas las imágenes mezcladas y la sensación de que cada mes es el mes irreal de Saer, pero sobretodo diciembre, la ida de la Plata, el vértigo, las navidades que no quiero, soñar con ropa y clientes, saludar y sonreir. No quiero saludar no quiero la navidad no quiero el cumpleaños siempre tan cumpleaños ni los estantes desbordados ni la gente. En Pipinas hay muchos sapos muertos, aplastados contra el pavimento. Acá, olor a árboles y palomas también muertas en las calles. Ha soplado viento. En Dorrego, sobre una araucaria altísima, hay una colonia de gatos salvajes. Las noches de tormenta caen los gatos más pequeños y algunos se salvan. Hay una dificultad creciente para contar cualquier cosa, palabras que también se caen contra el pavimento. Merlina las cuenta: son 47 palabras muertas.
Pero. es bueno descansar al lado de un río y mirar el ritual de los vestidos de blanco y amarillo. Gracias a los amigos.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Velada de fin de año



Hola amigos! Los invito a la Muestra de Fin de año del taller de Literatura "El paisaje nos devora" de La Grieta.
Habrá mesas con escritos del taller, libros y lámparas maravillosas. Además de la lectura de algunos textos compartiremos una mesa dedicada a Carson Mc Cullers y otra a la literatura japonesa. También habrá música y algo rico para compartir.


Este Martes 20.30 hs.
En el Galpón de Encomiendas y Equipajes.
18 esquina 71

¡Vení con amigos!

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Esperas que desaparezca la angustia
Mientras llueve sobre la extraña carretera
en donde te encuentras

Lluvia:sólo espero
que desaparezca la angustia
Estoy poniéndolo todo de mi parte.


(Roberto Bolaño- en La novela-nieve)


intermitencias. el color de la angustia es el amarillo.
En la Iglesia del Sagrado Corazón una mujer escribe fórmulas matemáticas y frases. Mira el altar y al resto del público. anota números y letras.

sábado, 4 de diciembre de 2010


está por encontrarse con Totoro.