domingo, 24 de abril de 2011

si esto no es Puig...



(postal encontrada en la caja de fotos de mis abuelos)

jueves, 21 de abril de 2011

bordes de habla


dos cosas:
1-nunca duermo tan bien como cuando llego de viaje a mi casa en Villa.
2-estoy fascinada con estas ilustraciones de Katy Horan.

miércoles, 20 de abril de 2011

escena con un hombre que ríe

El hombre está sentado frente al mostrador. Mira por la ventana y después al resto de los compañeros. La luz se extingue gradualmente desde los pequeños escritorios ubicados al lado de la ventana hasta los más alejados. Las luces eléctricas que sobre estos últimos, caen, no son suficientes y descienden bastante mal sobre las cabezas de dos mujeres y tres hombres, uno de ellos es el chico nuevo que ha entrado hace poco. La lógica de la empresa es colocar a los más nuevos alejados de toda fuente de distracción, ya sea la puerta de entrada, la máquina de café o la ventana que da a la calle. Nadie se cuida del ventiluz que da sobre el jardín de invierno porque suponen, y suponen bastante bien, que nadie podría interesarse por el crecimiento imperceptible de las plantas, que nadie se molestaría en vigilar el recorrido incierto de una hormiga ni la fuga recalcitrante de las arañas.
Mientras responde el teléfono el hombre traza sobre el papel celeste dos líneas curvas enfrentadas. Se detiene y sonríe ante la insistencia cordial del hombre que tiene al otro lado de la línea. Reconoce, desde el fondo áspero pero amable de la voz, a su tío, el hermano de su padre con quien la familia no ha tenido contacto en años, después de un litigio por unas tierras en Santa Fé. Mientras el recuerdo emerge, el hombre reconoce en el dibujo un planeta que podría ser Mercurio, sólo que más liso y plano y rodeado de nubes. Las líneas no se tocan por lo que las dimensiones de esa tierra se expanden. El hombre dice: "Si ud. es responsable inscripto no hay problema, señor" y larga la carcajada. Es una carcajada completa de todos los dientes y de no haber entendido la distancia ni el silencio, pero completa y excenta de maldad, volcada de lleno sobre la cabeza seguramente cana o calva del tío extraño, exiliado o litigado.
Mientras se ríe se mueve nervioso en la silla giratoria y sube, desde abajo, el dolor del tobillo que se torció jugando al fútbol unos días antes, justo cuando el planeta pierde uno de sus polos porque el hombre ha rasgado el papel. El tío corta inmediatamente el teléfono, ofendido y sin entender nada. La carcajada sigue cayendo y baña la cabeza infantil que se asoma sobre el mostrador del hombre. El nene levanta del suelo el papel celeste con el polo sur de mercurio y se lo entrega. Vuelve con su madre que está sentada en las sillas, esperando su turno y estrujando el número 39.

domingo, 17 de abril de 2011


empezar a manchar.
la foto salió malísima, los colores están un poco más acá y un poco más allá, pero bueno...tensión entre lo imaginado y lo posible.

listas



lista de viaje
lista de supermercado
lista para la tesis
lista para la no tesis
lista de nombres
lista de lugares
lista de materiales
lista de calificaciones
lista de actividades
lista de cuentos
inventarios
enumeraciones
lista de infinitivos
vértigo vértigo
lista, para nada.

sábado, 16 de abril de 2011

terminar algo.

sábado, 9 de abril de 2011

Clarice

Cuando a Clarice Lispector sus hijos le pidieron que les contara un cuento que empezara con "Había una vez", les dijo:
"Había una vez un pájaro.Dios mio."
Me pasaron la data de esta nota que salió en Página 12. Me gustó y se las comparto aquí.

“Siempre fue y será una fiesta para mí cuando se rompe en casa un termómetro y se libera la gota gorda de mercurio plateado contenida en él, ese núcleo indomesticable”

Hay, siempre que pienso en Clarice, una mujer en un tranvía con bolsa de compras,verduras y huevos que se rompen, caras que se amontonan y ruedan. Entre los cuerpos de los viajeros alcanza a ver fragmentos del afuera, hay sol seguramente, está la actividad maquinal de las mañanas. La mujer siente sobre sus rodillas y su vientre el calor áspero de las verduras. Hasta que en un momento, no supe después porqué, se rompen los huevos y se caen las naranjas, la gente del tranvía se corre apenas un poco dejando a la mujer rodeada de un aire apenas más frío pero contundente como una máscara de carnaval o un vendaje.

Un tiempo después, uno o dos años después, recobré, por así decir, el relato. Se llama "Amor" y está incluido en Lazos de familia.
Empieza así: "Un poco cansada, con las compras deformando la nueva bolsa de red, Ana subió al tranvía. Depositó la bolsa en las rodillas y el tranvía comenzó a andar. Se recostó entonces en el asiento buscando comodidad, con un suspiro casi de satisfacción."

De alguna manera, cada vez que leo algo suyo, reaparece esta primera escena, mezclada con mi primera escena, y los personajes concretos de cada cuento se acomodan y hablan, cantan el feliz cumpleaños, maldicen y se preparan para cenar, sin saber que se han cruzado con Ana en el tranvía.

sábado, 2 de abril de 2011

demora



en breve, en el bosque.