domingo, 31 de enero de 2010

Ratificaciones, o no, del Sur

Sí, proliferación de lagos, lagos mòviles que se pegan a la retina y a las manos.
Hemos vuelto del sur, fue un viaje muy muy hermoso en el que el tiempo se escandía de forma diferente. Contàbamos la cantidad de veces que habíamos comido arroz, el tiempo que había durado el fuego encendido, el momento en que la carpa se llenaba de sol y había que levantarse, las caminatas,la posición de la luna, etc. etc.
Habìa momentos en que nos parecìa que estábamos adentro de una suerte de decorado irreal, en uno de esos almanaques de heladería con laguito, montaña, reflejo en el agua y pinitos, Lago Puelo y Lago Verde, pero a medida que nos quedábamos se nos iba volviendo real: el àrbol que crecía casi literalmente adentro del lago, las piedras heladas, las lagartijas verdes y negras, los mates y los libros, los "bañistas", como los llama Saer, los dos nenes de capucha, gris y naranja, bajo la mañana.
Puerto Elma y "la patrona". Acampar a orillas del Nahuel Huapi, formar una gran pequeña comunidad, Carito y "sus 5 hermanos" y escuchar las historias del Yerpa bueno y del Yerpa malo, historias casi irreales de otros viajes y de una ciega y un colibrí. Las gallinas proliferan, como los lagos, a las 6 de la mañana, mellizas y corajudas llegan de a montones para comerse las sobras del día anterior. Los fideos cocinados bajo el efecto del humo y del hambre, los restos ya fríos y las migas de pan. Las gallinas comièndose la luna para desbaratar un poco el almanaque.
Villa Traful y un perrito "el Pichi Traful" que se nos acercaba con mucha confianza y se nos dormìa en los brazos, una casa por la mitad,viento y màs sol.

4 comentarios:

pilar dijo...

Si hay algo o alguien que no debemos olvidar, es al Pan Eterno, pan casero, de ocho pesos, que viajaba en todos los bolsos y nunca se terminaba, pan sucio, el más rico de todos. Voy a seguir pensando y agregando cosas a la lista. Te quiero y ya las extraño.

pilar dijo...

Si hay algo o alguien que no debemos olvidar, es al Pan Eterno, pan casero, de ocho pesos, que viajaba en todos los bolsos y nunca se terminaba, pan sucio, el más rico de todos. Voy a seguir pensando y agregando cosas a la lista. Te quiero y ya las extraño.

Santiago Maisonnave dijo...

Me gusta cuando escribís para que se entienda transparencias, sin perder la poesía... Esta entrada es muy linda en su simpleza. Y el viaje también suena así.
Un abrazo.

Santiago Maisonnave dijo...

Rectifico el comentario anterior, que quedó a medio corregir: "Me gusta cuando escribís transparencias, sin perder la poesía..." y demás.
Ea.