Norah jugaba a meterse en el perfil de las personas. Entraba en las narices y en los pómulos a fuerza de contraerse o estirarse, adopataba las posturas más insólitas y soplaba con la toda la fuerza de sus pulmones para barrer ojos y pestañas. La cara de las señoras quedaba dislocada. Norah se quedaba dormida en las bolsas debajo de los ojos, a veces se asfixiaba porque algunas caras eran demasiado reducidas.
Yo la he sentido a veces metida en mi cara, y he remedado sus gestos como si no termináramos de despegarnos.
Laxo social.
Hace 4 años
3 comentarios:
bienvenida al mundo de wilco
una banda q es como un gancho en la mandíbula, pero que siempre te hace sentir bien
Hola Caro, es del blog, esta: http://sexysaxe.wordpress.com/2009/11/10/nadie-quiere-ser-el-puto/, me sirvió como descarga, un beso enorme.
una vez, la única vez que escuché un disco de wilco que me bajé, no recuerdo con qué canción pero mi gata Blansh pegó un maullido como nunca en su vida y salió corriendo....otro misterio musical: mi mamá escuchaba un cd de los rolling stones y toda la estantería en que se sostenían los parlantes y en la que había libros también se vino abajo...cosa e mandinga che
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